martes, 12 de marzo de 2013

Paleodieta para paleolíticos


En un mundo en que parece que nunca terminan de cuajar las pautas de la alimentación saludable y mediterránea (reconocida como patrimonio inmaterial de la humanidad) nos encontramos con un caldo de cultivo perfecto para la proliferación de nuevos tipos de dietas, que en mi opinión suelen ser cada vez más enrevesadas, exóticas y raras.



La paleodieta es lo último en este tipo de “nuevas vertientes alimentarias” y se basa como su nombre indica en seguir las pautas alimentarias que seguían nuestros antepasados en el Paleolítico. Propone tomar alimentos sin procesar, en un estado lo más natural posible evitando alimentos que no eran consumidos en ese periodo como son los cereales, la leche y sus derivados, y el azúcar.

El hecho de tomar alimentos frescos sin procesar sin duda es una alternativa saludable pero al mismo tiempo muy difícil de mantener, ya que en nuestra sociedad la industria alimentaria toca de un modo u otro todos los grupos de alimentos. Por otro lado limita el uso culinario de los alimentos, reduciendo aún más si cabe las posibilidades dietéticas del día a día.

Otro de los puntos más importantes de esta dieta es evitar la pasta, el arroz, las patatas, el pan y las legumbres… ¿No os suena esto? Señoras y señores otra dieta más que evita los hidratos de carbono. ¿Qué han hecho los pobres hidratos en este mundo que hace que por activa y por pasiva se les quiera quitar de en medio? Os puedo asegurar que en mis años de experiencia no he visto a ninguna persona obesa cuyo único y principal problema fuera un consumo equilibrado y constante de hidratos de carbono. Hay que comer hidratos de carbono TODOS LOS DÍAS, son la base de nuestra alimentación y si en el paleolítico no comían pan, o pasta…era por la sencilla razón de que desconocían su uso, el ser humano se limitaba a la caza, la pesca y la recolección. ¿Estaban desnutridos? No, es tan sencillo como que como animales el ser humano comía lo que podía, sobrevivía como podía y la gran maquinaría del cuerpo se adaptaba al medio para sobrevivir. El ser humano ha cambiado con el paso de los siglos, y sus necesidades también ¿de verdad pensáis que deberíamos tomar como modelo los hábitos de esta especie primitiva, nómada y más cercana a lo salvaje que a lo racional?

La paleodieta también sigue la filosofía del ayuno intermitente, nuestros antepasados pasaban la mayor parte del tiempo buscando alimento, corriendo por los montes buscando algo que echarse a la boca, y como es normal no lo conseguían con la asiduidad que hubieran deseado, alternando así periodos de ayuno (hambre) con atracones cuando conseguían el alimento. A día de hoy ¿Qué necesidad hay de pasar hambre? Muchas personas en el mundo pasan hambre y aquí se debate la posibilidad de pasar hambre a propósito, personalmente no solo me parece que no tiene un rigor científico justificado a nuestros tiempos, si no que carece de ética. No hay que promover el hambre, no hay que promover comer mamut a bocados ni pegarle una patada al desarrollo científico, culinario ni cultural, está claro que lo mejor sería  cultivar en casa nuestra fruta y verdura, tener un corral con animales, un estanque puro con peces y unos campos de cereal, pero si no es así ¿Qué hacemos? ¿Dejamos de comer? ¿Llevamos nuestra alimentación a un déficit absoluto y comemos sólo “maravillosa y estupenda proteína”?. En mi opinión no hay que obsesionarse ni mucho ni poco, debemos comprar con consciencia, intentando optar por alimentos ecológicos (si podemos), comer alimentos que nos den todo lo que nuestro cuerpo necesita y escuchar nuestras necesidades.

Te propongo lo siguiente, come moderadamente de todo, toma fruta fresca, verdura de temporada, no olvides tomar hidratos de carbono con frecuencia, beber agua, opta por elaboraciones culinarias con aceite de oliva virgen extra y haz ejercicio, no conozco a nadie que sin tener ninguna enfermedad siga estas recomendaciones y sea obeso.

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